-Pues si, tienes razón-Contesta el
otro de forma un tanto apresurada, como no queriendo hablar del tema
-Y por que no lo hiciste antes?-el tono
reprobatorio de uno, convierte la pregunta en pura acusación
-Te recuerdo que ya lo hicimos
anteriormente, pero entre uno y otro lo dejamos-evidentemente otro
esta a la defensiva, sabia que uno le recriminaría su pasividad, no
quería hablar sobre ello y hubiera preferido pasar de puntillas,
pero uno, esta en todo, y no le dio la oportunidad de no sentirse
culpable, a veces uno puede ser muy cruel con otro.
-Si no te vigilo caes en la
complacencia y abandonas lo que empiezas, y lo sabes, pero aun así
no me escuchas, a veces no se que hacer contigo-uno ya empieza a
incomodar a otro con esos aires que se da, eso no gusta nada a otro.
-Te recuerdo que estamos juntos en
esto, si yo no hago mi parte, es por que tu no haces correctamente la
tuya, así que menos aires de superioridad, haz tu trabajo y yo podre
hacer el mio, yo estoy aquí para crear, no para marcar horarios ni
pautas, el que organiza eres tu, no yo, y ahora déjame tranquilo,
esta empezando a doler la cabeza por culpa de tu maldita manía a
juzgar y analizar, ojala no estuvieras ahí!! A veces te odio mas que
a mi mismo!-evidentemente otro acaba de caer en la trampa de uno
-Sabes que no podemos vivir el uno sin
el otro, te guste o no, estamos juntos en esto hasta el fin de los
días, juntos empezamos y juntos terminaremos-uno siempre tiene
razón, eso no le gusta a otro, pero tiene que admitirlo, al igual
que uno, a pesar de no soportar la inaguantable emotividad de otro,
admira su capacidad de abstracción y creación, son el matemático y
el poeta, una simbiosis imposible, pero necesaria.
Y así fue, como con esta
esquizofrenica charla, entre hemisferios cerebrales, decidí volver a
escribir, aquí estoy de nuevo.
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