Ambar azul

 En la oscuridad de la habitación, en mi soledad, aun puedo oler su perfume, escuchar sus jadeos, sentir a través de su suave y pálida piel, su pulso acelerado, puedo sentir aun, el tacto de sus labios en los míos, sus uñas y sus dientes clavándose en mis hombros; en mi espalda. Siento su piel, erizada por efecto de mis caricias sobre su cuerpo desnudo, siento el cosquilleo de su pelo, salvaje e indomable cayendo por delante de su rostro y azotando mi cara con cada movimiento de su cabeza, pero sobre todo, aun puedo ver a través de esa cascada, sus ojos.

-Que te pasa? Por que no me miras?

-Por que no puedo mantenerte la mirada, temo perderme para siempre

Y es cierto, esos enormes ojos azules, tienen encerrados en cada uno mil y una vidas, su mirada habla de tiempos pasados, de cariño, de deseo, alegría y tristeza, ternura y una gélida dureza, sus ojos son una fina tela que deja admirar su alma, pero me es totalmente impenetrable, te sientes afortunado de poder contemplar tanto a través de ellos y frustrado por no poder llegar a tocarla ni atravesar su delicada coraza, temo perderme en ellos, pero al mismo tiempo lo deseo, quiero sumergirme en ese mar azul de su mirada y no salir jamas. Pero por desgracia es un mero espejismo, por eso no puedo, no quiero, por que si caigo, nadie, nunca mas,  me dirá tanto sin emplear palabras, ninguna otra me hará sentirme pequeño, y grande a la vez, ninguna mirada me llenara como la suya, y cuando soy consciente de ello, me doy cuenta que es tarde para mi, que ya he caído, estoy atrapado en un bella gota de ámbar azul.

Es tarde, en unos momentos tendré que marcharme, pero mi esencia, mi ser, mi espitiritu, se quedan allí dentro, atrapados para siempre, en el centro de sus pupilas, nunca mas volverá a ser mía, pero yo ya le pertenezco...estoy perdido para siempre.

foto:istockphoto