En cincuenta años, estando en casa y
descargando las actualizaciones de mi cadera android, veré alarmado
como mi bisnieto, en lugar de su típica ropa de aluminio se pone
unos pantalones caídos, una camiseta imperio, cuatro collares de oro
y una gorra mal colocada, me dará un patatús importante, mi
bisnieto, mi ojo derecho,mi futuro donante de órganos, es un cani??
Pero como es posible, si es un chico de lo mas formal, estudia
historia del arte y se esta sacando una tesis sobre la influencia de
los memes en el arte conceptual!!!
“Se puede saber a donde vas así? Lo
sabe tu madre?”, “ Joder abuelo, claro que lo sabe, y me voy al
parque de la Ciudadela Flotante a bailar reggeton”
A que parece una gilipollez? Pues eso
mismo cuéntaselo a tu bisabuelo, si para su desgracia aun vive y le
dices que bailas swing. Que tiene de malo esto? Es censurable que un
grupo de adultos se junten para bailar música de una generación que
es prácticamente compost para las plantas? En principio no. En
final, como siempre digo, todo es malo si se mira desde el prisma
adecuado, y para eso tengo yo el ojo de un orfebre del mal.
Casi todos estaremos de acuerdo en
que los que se juntan para bailar salsa es para arrimar cebolleta,
cierto? Si no estas de acuerdo, o eres Dady Yanke o me importa tu
opinión una puta mierda. Podría importarme tres pepinos, pero la
otra plaga, la de los gin tonics se tirarían encima mio como una
horda de zombies con aliento a cancamo. Aun así, también estamos de
acuerdo que la gente que generalmente baila salsa ya están cortados
por cierto patrón ( por cierto, este texto contiene prejuicios, y
mala leche, tal vez debería haber avisado al principio, si quieres,
puedes marcharte ahora nenaza) Como decía, la gente de la salsa,
bachata, merengue y mierdas parecidas venidas de las americas , que
de haberlo sabido, Cristóbal Colon se podría haber ido a descubrir
a su puta madre, son personas nobles, ya sabes a que van, ellos con
sus pantalones sobaqueros y postura Toni Manero, y ellas pues como
señoras que fuman en los arcenes, que si, que lo he visto. Pero es
lo que es y punto, bailan, se frotan, pegan un polvo entre mojitos y
la próxima semana se cepillan a otro/a, y ala cada uno a su casa.
Pero lo del swing, es distinto, es el
“carpe diem” de los bailes, sabéis a que me refiero? Todo el que
se quiere hacer el profundo, moderno y tolerante lo pone en sus
perfiles en redes sociales, pero solo por que lo vieron en una puta
película que todos tienen como una joya!!! Queréis saber cual es mi
película favorita sobre profesores que cambian la vida de sus
alumnos? “El sustituto” Tom Berenger solo utiliza la literatura
para lanzarla sobre las cabezas de los putos gamberros que tiene
delante,directamente les arrea con la Enciclopedia Espasa en todo el
jeto, eso, eso es educación!!
A ver que me pierdo, decía que esto
del swing es para gafapastas, hipsters y modernos trendi, si se queda
en ese entorno, me parece de puta madre, es donde tiene que estar,
donde le toca, en su recinto adecuado, lo mismo que las plastas de
gorila en los ventanales de su hábitat del zoo. El problema viene
cuando se apunta la Mari de turno, la chica de edad indefinida, pero
mas para allá que para acá, eso en principio no es problema, cada
uno es libre de malgastar su tiempo como le vengan en gana. Pero la
Mari es una muchacha con problemas, necesita llamar la atención y
todo lo que hace lo hace llevándolo al exceso, es decir, va a todas
la quedadas posibles, añade en Facebook a todo el que conoce en el
baile, llena de fotos su Instagram, twittea todo posible evento, y te
comparte en Spotify la lista de éxitos de Glenn Miller y hasta se
tira los pedos con sordina.
La cosa es que Mari, es la capitana de
su grupo de solteronas, y claro se apunta todo el resto del gallinero
que debiera estar mas por hacer buen caldo que para otros menesteres,
y detrás de la Mari y las cocouaua, están los desperdicios de
“quien quiere casarse con mi hijo” que son tíos tan raros y
dejados que no pasaron el casting por que ni editandolos se podía
hacer algo simpático con ellos. Ojo son de dos clases, una los que
visten viejunos, llevan barbas y gafas de pasta, pero no te engañes,
no son hipsters, no llevan un i-phone y el único Starbuck que
conocen son los de las dos series de Gallactica, y se la pelan
pensando que es el primero tirándose a la segunda. En verdad están
muy mal de lo suyo y lo único que quieren es babosear, cuidado,
seguro que guarda trozos de cuerpos en su armario. El segundo es el
solteron/divorciado, que va detrás de todo lo que se mueva y pida
la hora, este ser, tiene derecho a la reproducción igual que la
mayoría de los mortales, pero esta ahí por lo que está, en verdad
el piensa que los demás tíos son unos losers y ellas su coto de
caza, y en su casa escucha a Kenny G o a los Iron Maiden, sin termino
medio. Esos son por regla general los amigos de la Mari y sus
secuaces, con los que se van de calçotada y suben fotos que son pura
enciclopedia de la rareza humana, poblada de comentarios vergonzosos
dignos de la zona mas oscura de Badoo, con mas babas que la escena de
la estatua de la Libertad de “Los Cazafantasmas 2”
Y me diréis, es que acaso esto es
solo cosa del swing? Pues no, esto pasa con cualquier cosa que se
popularice, y sobretodo se popularice en exceso, no va la gente que
lo disfruta, va la gente que es borrega, y ya se sabe que la gente va
donde esté Vicente, no se que espera un francotirador de esos tan
majos que ahora pueblan el cine, en meterle un tiro a ese sujeto. Lo
que se consigue con la masifican de cualquier actividad lúdica es
que deje de serlo y llegue al hastío, y yo, sin practicarlo, ya
estoy hasta los cojones. Recuerda mi máxima: “Lo que le gusta a
la mayoría no puede ser bueno”